A todos nos gustaría perdernos en los paisajes de Kim, aunque fuera solo por unos días. Sus composiciones frescas, vibrantes y llenas de luz nos conducen a un momento de abstracción envuelto en colores pastel, que solo puede mejorarse con una buena cerveza.
Nacida en las afueras de Cape Town, hace un par de años se trasladó a la ciudad condal y esta es ahora su casa.
En Glashaus Barcelona comparte estudio con otros artistas y da rienda suelta a su faceta como ilustradora y diseñadora gráfica, entre muchas otras cosas.